Morenito de Aranda: Rozó la gloria en Bayona con una gran faena que la espada dejó en dos vueltas al ruedo
Morenito de Aranda: torería y verdad con la espada como condena
Morenito de Aranda firmó en Bayona una de esas tardes que consolidan la categoría de un torero. Con el primero de su lote, un toro pronto y bravo en varas pero que se vino pronto a menos, dejó ver su oficio, estirando embestidas cortas por el derecho y aguantando la dificultad del pitón izquierdo, donde el toro se le coló con genio. Saludó desde el tercio tras estocada entera y un aviso.
El cénit de la tarde llegó con el cuarto, un toro fuerte y hondo que empujó con bravura en dos varas. Morenito lo entendió a la perfección desde los doblones iniciales hasta una faena rotunda por ambos pitones, primero con mando y largura por la derecha y después con temple exquisito al natural. El final por redondos puso al público en pie. Solo la espada, con dos pinchazos antes de la estocada definitiva, le privó de cortar las dos orejas que se pidieron con fuerza. El torero, consciente de la importancia de lo vivido, dio dos vueltas al ruedo entre clamor, dejando la sensación de haber escrito una página de oro en su carrera.