Juan Ortega: Mostró destellos de su torería sin opciones reales con un lote deslucido en Bayona
Juan Ortega: torería sin opción
El sevillano tuvo un paso gris por Bayona, no por su actitud, sino por la condición de sus oponentes. Con el segundo, bajo y de buen son, dejó lances de mucha clase a la verónica y un quite por chicuelinas garboso que recordaron la pureza de su concepto. El toro, sin embargo, perdió fuelle en la muleta, y Ortega apenas pudo aprovechar media docena de embestidas de calidad. Saludó una ovación tras matarlo de media y descabello.
El quinto fue un toro más serio y ofensivo que embistió con bravura en el caballo pero sin romper nunca de verdad. Ortega trató de sacar lo que escondía, muletazo a muletazo, pero la faena careció de continuidad y emoción. Mató de estocada baja y fue silenciado. La torería estuvo, como siempre, en su figura, pero sin toro que acompañara.