Crónica: Morenito de Aranda brilla con los de Ana Romero en Azpeitia


Molina debuta con frescura y valor, y Damián Castaño se sobrepone con oficio, en una tarde marcada por el carácter del encierro.

La segunda de abono de la Feria de San Ignacio de Azpeitia 2025 tuvo el acento clásico, exigente y con personalidad propia del hierro de Ana Romero , encaste Santa Coloma, que ofreció un encierro variado pero siempre con matices y casta, obligando a los toreros a dar lo mejor de sí mismos. El resultado artístico, pese a los fallos con los aceros, fue de alto interés para el buen aficionado.

La terna, compuesta por Morenito de Aranda , Damián Castaño y el debutante en esta plaza Cristian Molina , mostró disposición, firmeza y momentos de gran torería en una tarde que tuvo intensidad, emoción y autenticidad. El público de Azpeitia, entendido y exigente, supo reconocer el esfuerzo, especialmente el del burgalés, que escribió una de las faenas más importantes de lo que va de feria.

Morenito de Aranda: torería, poder y templo

Morenito de Aranda dejó en Azpeitia dos faenas cargadas de torería, temple y estética. En su primero, un toro con buena condición por el pitón derecho, ofreció un trasteo medido, templado y ligado, que fue ganando enteros por su compostura y sentido del ritmo. El burgalés cruzó la línea con decisión, llevando la embestida muy toreada. Una faena con sitio y gusto, rubricada con un pinchazo hondo y una estocada que precedió a una vuelta al ruedo tras fuerte petición de oreja.

Lo mejor de su actuación llegó en el cuarto toro , un animal áspero, con genio y exigente, al que Morenito le hizo frente con firmeza y serenidad . Desde el saludo capotero mostró gusto y armonía en los brazos, y en la muleta logró, a base de asentamiento y templo, someter al toro y alargarle los muletazos. Las dos series al natural fueron de gran calado y los ayudados por bajo del final, un auténtico cartel. Tras un pinchazo y una estocada efectiva, cortó una oreja de peso , ganándose el respeto de la afición guipuzcoana.

Damián Castaño: entrega sin premio por culpa de la espada

Apenas recuperado del percance en Mont de Marsan y del esfuerzo de Santander, Damián Castaño volvió a mostrarse como un torero curtido y con raza. En el segundo , fue de menos a más. Se fajó con un toro que sacó fondo y movilidad, y que exigía mano firme. Lo entendió Castaño especialmente por el derecho, dejando muletazos de poder y larga. La espada, sin embargo, le privó de cortar una oreja. Palmas .

En el quinto , se enfrentó a un toro con clase pero que exigía ajuste, y ahí volvió a destacar el salmantino. Supo dosificar las tandas, manteniendo la muleta en la cara y empujando en el momento oportuno. Faena de poso, inteligencia y profundidad, que fue estructura tomando y ganando enteros, pero que otra vez se desdibujó con el acero , quedando todo en silencio .


Cristian Molina: presentación con nota y oreja al valor

El joven albaceteño Cristian Molina , que se presentó en Azpeitia, demostró tener claras sus ideas, firmeza y una actitud ambiciosa que agradó al público. Su primero, el tercero de la tarde, fue un animal complicado, con sentido, que desarrolló dificultades conforme avanzó la faena. Molina no se arrugó , se puso en el sitio y logró pasajes de mérito, sobre todo por el derecho, dejando buena impresión. Ovación con saludos .

Frente al sexto , más exigente y menos entregado, Molina escribió una faena en la que fue de menos a más , imponiéndose con valor y determinación. Destacó por la manera en que se colocó, cómo resolvió los tiempos y el ritmo que dio a cada tanda. Concluyó con una buena estocada y un descabello que le valieron una oreja muy celebrada , cerrando así su debut en Azpeitia con muy buena nota.


Equilibrio ganadero y ambiente en Azpeitia

El encierro de Ana Romero fue, en líneas generales, interesantes, con toros bien presentados, con trapío y variados de comportamiento. Destacaron el primero y el cuarto, por fondo y exigencia, y el sexto, que también permitió una faena compacta. El público respondió con atención, respeto y aplauso sincero, valorando la verdad y el esfuerzo.

Conclusión

La tarde dejó como triunfador artístico a Morenito de Aranda , con una faena al cuarto que fue lo más completo del día. Cristian Molina ilusionó en su presentación con personalidad y valor, cortando una oreja con peso, y Damián Castaño se fue de vacío por la espada tras dos actuaciones con contenido. Una corrida de verdad, de aficionados para aficionados, como suele ser norma en la exigente Azpeitia.








 

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