Álvaro Lorenzo: una tarde de temple y toreo al natural
Fotos de André Viard
El toledano cuajó una actuación sobria y elegante en Riscle, donde mostró su versión más depurada con la muleta. Con su primer toro, un ejemplar de Barceló de buena clase y tranco templado, encontró terrenos propicios por el pitón izquierdo, donde surgieron los muletazos más largos y sentidos de la tarde. A pesar de que el animal acusó ciertos altibajos en el ritmo, Lorenzo extrajo todo lo que tuvo y lo remató con una estocada al segundo intento que le valió una oreja.
Su segundo enemigo, de Blohorn, no ofreció demasiadas facilidades en los primeros tercios y tardó en entregarse. Sin embargo, el diestro toledano lo fue metiendo poco a poco en la muleta gracias a su actitud paciente y su poderosa zurda. Por ese pitón, Lorenzo construyó una faena de mucho mérito, logrando naturales de excelente trazo pese a lo corto de las embestidas. Mató de estocada algo caída cuando sonaba el aviso, y sumó otra oreja, que le abrió la Puerta Grande.
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