Alejandro Talavante: inteligencia intermitente en Pontevedra
Al tercero, un Garcigrande que se fue apagando, le aplicó inteligencia y buen gusto para exprimir sus virtudes. El extremeño firmó una faena medida, con momentos de gran expresión, cortando una oreja.
En el quinto, con un toro irregular, no encontró el hilo conductor y la faena se desgranó en altibajos. Silencio.