Talavante, temple entre dudas

 


Plaza de Toros de Santander – Feria de Santiago, 21 de julio de 2025

Por Javier Aguilera López

Alejandro Talavante fue, de los tres toreros del cartel, quien más cerca estuvo de romper el tedio de una corrida descompensada y de escaso fuelle. Lo intenté con actitud y momentos de inspiración, especialmente ante el cuarto de la tarde, un toro de buena clase con el que el extremeño cuajó los mejores pasajes de su actuación. Solo la tacañería presidencial privó de una segunda oreja pedida con fuerza. En su primero, también dejó detalles notables, aunque sin terminar de hacer del todo la chispa en los tendidos.

Con el primero , un toro de La Ventana del Puerto bien presentado, pero de escasa entrega al natural, Talavante compuso una faena sobria, basada sobre la diestra. El toro ofreció nobleza, pero sin empuje; una embestida medida, con la que el torero exprimió al máximo su calidad técnica. Las palmas acompañaron las series limpias, y aunque hubo petición, esta no alcanzó la mayoría. Estocada y ovación.

El momento álgido de su tarde llegaría con el cuarto , un toro de El Pilar fino de tipo, de embestida suave y acompañada, aunque no exenta de esa mansedumbre que marcó toda la corrida. Lo recibió Talavante en el centro con pases cambiados de rodillas, en un inicio de faena vibrante. Luego, compaginó el toreo fundamental con adornos de sabor: trincheras, molinetes, miradas al tendido. Por ambos pitones mostraron al toro con estética, ritmo y buen trazo, coronando la faena con bernadinas ajustadas y una estocada efectiva. El público pidió con fuerza las dos orejas, pero el palco solo otorgó una.

Talavante, pese a la irregularidad de sus oponentes, volvió a mostrar esa versión suya de torero hondo, de silencios largos y toreo vertical. Esta vez, no fue rotundo, pero sí sincero. El arte fue su bandera, aunque la embestida nunca fue aliada.

Comentarios

Entradas populares